Nunca había imaginado que el pudiese ser tan obstinado. Había pasado horas frente a aquel aparato. Mirándolo, con rabia, por no entender cómo hacer lo que quería. Cansado ya de apretar las mismas teclas apaga el ordenador abruptamente, toma su mate bajo el brazo y se levanta del escritorio con esa expresión repelente en su rostro.
Ella no dijo una sola palabra, sabe que cuando esta así es mejor no hablarle. Se dirigió a la cocina, tomo un plato del estante y lo cargo con unos bizcochos caseros que recién había sacado del horno. Luego lo acompaño afuera. Cuando abrió la puerta lo vio sentado en el porche cebándose un mate. Debajo de su silla estaba, como siempre, Rufus, su fiel amigo, el cual ella corrió un poco para poder sentarse a su lado mientras lo convidaba con un bizcochito calentito.
El la miro con ternura pero con esa expresión de tristeza que hace que se le rompa el corazón. Ella lo tomo de la mano y lo acaricio silenciosamente a la luz del poniente sol de verano.
Había pasado ya un buen rato y, entre mate y mate, el sol había comenzado a esconderse. De pronto suena el teléfono, ambos voltean atentos. En sus ojos se leía un brillo esperanzador que ella bien reconocía. El sale apresurado hacia el insistente aparato, con el característico caminar que los años ponen sobre el cuerpo. Detrás de él, el perro, que también sale apresurado detrás de su amo.
"Hola..." dice con su desgastada pero notoriamente emocionada voz. "Hola papa..." se escucha del otro lado. Una lagrima silenciosa recorre su mejilla mientras sostiene con fuerza el tubo del teléfono. "Como estas hijo..." pregunta, mientras trata de disimular el nudo de la garganta... "bien, recién acabo de bajarme del avión...", el asienta con la cabeza como si del otro lado del tubo pudiesen verlo. Su esposa lo toma de la mano, sabe que pronto se quebrara en llanto..."te extraño hijo..." fue lo último que le dijo antes que ese nudo obstruyera todas sus palabras...
Porque a veces nos olvidamos que no hay dinero que compense el tener lejos a esas personas que amamos...
Posteado a las 12:52 del lunes, 22 de diciembre de 2008