El recuerdo de las muchas canciones desafinadas, o no, que cantamos bajo las lluvia de la ducha escondida entre alguna que otra lágrima. Esos hermosos amaneceres que te agarran sobrio y rodeado de gente con la que vale la pena celebrar el inicio de un día mas. Esas charlas con amigos a altas horas de la noche y que de alguna mantera abren un nuevo abanico de sentimientos y posibilidades ante tus ojos. Esas tortas fritas hechas por la vieja con todo el amor y cariño que ella solo sabe dar en una lluviosa tarde de domingo. El descubrir esa banda de rock que se escondía tras los viejos papeles del anonimato y tener la suerte de tener esos recuerdos que salen a flote con una mirada o una sonrisa de esa personita especial.
Disfrutar de la eterna búsqueda de la excelencia en lo que sea que creas que valga la pena ser excelente reconociendo, a su vez, que la perfección no existe y que las utopías suenan románticas pero no son mas que eso. Recibir y poder decir muchos "te quiero" de corazón, bien intencionados, justos y merecidos sin olvidar nunca el valor de las pequeñas cosas y el poder de la simpleza de una mañana que te encuentra enredado entre las sabanas y los brazos de quien queres.
Entender por revolución un cambio que mejore cualquier cosa por insignificante que parezca. Mucho positivismo y entusiasmo por mas que a veces sientamos que caminamos sobre suspiros. La satisfacción de sentirse bueno en aquello en lo que te gusta y ser recompensado por ello por aquella persona de la que menos te lo esperabas. Muchos viejos amigos recuperados de entre las polvorientas páginas del recuerdo que, como mariposas entre las hojas, aparecen después de años y te charlan como si nos hubiésemos visto ayer.
Muchas "propinas", "gracias" y "de nadas" a aquellos que se lo merecen. Mucha gente a la que desearle de corazón un feliz cumpleaños. Poder sentir muchos abrazos apretados que, si bien duran segundos, quisieras que sean eternos mientras se graban para siempre en lo mas hondo de tu alma.
Convertirte en esa persona que siempre dice "hola" al llegar a donde sea sin importar quien responde. Muchas sonrisas regaladas a los niños que pasan en ómnibus escolares con cara de susto camino a su primer día de clase. El poder encontrar un gatito en la calle y devolverlo al dueño solo para verlo al otro día caminando por la casa de la que se perdió. Hacer nuevos amigos pero que solo ayuden a valorar a los de siempre.
Comprender el valor que encierra la capacidad de aceptar ayuda y de darla. Conocer mucha gente que piense, sin equivocarse, que en vos sus secretos están bien guardados y que, viniendo de vos, un "te lo prometo" no es una frase vacía. Un coro que precise de tu voz, una planta o un perro que solo exista gracias a vos y una persona que al menos piense que no puede vivir sin vos.
Una lagrima de alegría al terminar de escribir el "resumen" de algunos de los momentos lindos que el pasado año te regalo y el saber que cada día que pasa es un regalo hermoso que tiene que ser vivido con plenitud...
Posteado a las 1:18 del martes, 15 de octubre de 2008