A lo lejos tres pequeños gorriones se esconden en un maltrecho nido mientras sus padres, incansables, bajan a buscar algo con que alimentarlos. Mas atrás, el tenue pero acelerado jadear de un joven terrier hace que, involuntariamente, una pequeña sonrisa se dibuje en mi rostro mientras una vieja bicicleta pasa a mis espaldas acompañando el tenue cantar que las danzantes copas de los árboles emiten al compás del viento.
Nada se pierde, todo se conserva...
En el horizonte una joven pareja camina tomada de la mano observando el dulce cortejo entre dos palomas segundos antes de besarse cálidamente mientras la estrepitosa explosión del combustible dentro de los pistones de un viejo Leyland rompe el encanto trazando una línea invisible en el tiempo, irrumpiendo de la misma forma que una gota irrumpe sobre la superficie del agua… un segundo muerto e imperceptible... un escape en el infinito...
Desde lejos un veterano profesor observa por la ventana como un grupo de gaviotas dibujan una disforme V sobre la incandescente superficie de un sol amarillento... mientras una parejita de niños juguetean inocentemente a sus espaldas. Risas y llantos caminan de la mano escondidos tras las paredes del tiempo mientras en algún lugar del mundo una madre contempla su creación y sonríe pensando en el limite entre lo real y la fantasía, entre lo simple y lo complejo, entre lo majestuoso y lo trivial...
Nuevamente el mar se une al coro de árboles mientras los cansados pero uniformes pasos de un deportista hace volar despavoridas las ultimas palomas que el moribundo día alberga. El reflejo del sol sobre el mar pinta un triangulo sobre la rugosa superficie del agua mientras varias almas observan su unión con el celeste cielo. El grito de un grupo de niños corriendo en la arena hace que las moléculas del aire se desplacen velozmente hacia mi solo para chocar contra las membranas de mi oído y hacerme creer por un instante que escucho el susurro de su alegría.
Nada se pierde, todo se conserva...
El mar susurra, el viento canta, el cuerpo siente mientras un anfiteatro de sueños emerge de entre nosotros...
Posteado a las 1:10 del martes, 15 de octubre de 2008