El tiempo corre abrasivo por sus venas mientras vertiginosas olas de recuerdos invaden la quietud de su joven corazón. Indiferente y solitario el fantasma de la noche vuelve para transportarlo lejos de este mundo mientras el vapor de su respiración impregna de una falsa calidez su rostro. Todos los pasos retumban a su lado, un colage de risas y llantos se apoderan de su mente recordándole que no es más que la sombra de quien solía ser. Su gastado cuerpo encierra un alma lastimada, carcomida por las lágrimas y abusadas por el dolor... y los años siguen pasando, uno tras otro, impasibles, mientras observa como el destino lanza los dados sobre aquel viejo tablero de madera...
El viento sopla fuerte afuera mientras la noche tiñe de negro su esperanza. Una larga cola de almas vencidas esta parada frente a su puerta... pero el nunca les abre. Cuanta esperanza podemos sostener en nuestras manos? Cuantos recuerdos seguiremos escondiendo bajo la alfombra? Nueves grises cubren el horizonte mientras ella nace cargando sobre sus hombros el recuerdo de una madre que nunca conocerá. Alma que con el paso del tiempo se ira perdiendo en la denso magma del olvido mientras el vacío de su corazón masticara sus sentidos aquella noche en que decide acostarse con aquel hombre por dinero. Cuan lejos quieres llegar hoy? Le dice al oído mientras posa sus manos sobre su tierno cuerpo... tan lejos como Ud. quiera, dice ella mientras baja el cierre de su pantalón.
La ironía se posa cuatro calles abajo cuando una cansada ama de casa decide que tuvo suficiente de esta vida mientras toma la tijera que le regalo su madre y la posa sobre su garganta. Cuantas veces mas seguiremos siendo victima de nosotros mismos? Cuantos años mas seguiremos esperando para ser uno con la vida? Estrellas fugases cargadas de deseos olvidados viajan distantes sobre nuestras cabezas llevándose consigo la esperanza de generaciones. Noches solitarias, recuerdos apagados, corazones marchitos y almas encogidas son algunos de los vestigios de una humanidad agobiada por la desazón y el desengaño.
Pero el sonríe seguro mientras recuerda las palabras de su padre: ...siempre una estrella brilla más que las otras...
Fragmento de algo que escribí hace unos años, lo encontré en la hoja de atrás de un cuaderno me calculo II...
Posteado a las 1:13 del martes, 15 de octubre de 2008